Nuestra Historia

A finales de 1967, con el barrio del Parque de las Avenidas en pleno desarrollo, lleno de grúas y hormigoneras, con las calles en tierra y el local levantado sin cimientos, mi madre, María Cerezo Galiacho y como pionera de mi familia, pone en marcha la oficina de farmacia cambiando la venta de merluza en la pescadería de mi abuelo por la dispensación de medicamentos y la atención a la población en sus problemas de salud.

Mis padres tienen dos hijos, ambos farmaceúticos, y los dos crecemos en la rebotica. Mi hermano, el mayor, crea con su mujer su propia aventura, siguiendo los pasos de mi madre. Yo me incorporo a la farmacia de mi madre en 1997.

Mi madre trabaja como boticaria hasta sus 76 años, y en febrero de 2011 me encamino en solitario en la titularidad de la oficina de farmacia.

Desde 2011 hasta el día hoy desarrollo mi profesión rodeado de mi fiel y personal equipo para dar servicio sanitario al público.

Agradezco la confianza a todos mis pacientes.